La historia de la marca Emanuel Ungaro no puede explicarse sin empezar por la figura de su fundador, Emanuel Ungaro.
Desde los 5 años, Emanuel ha estado vinculado al mundo de la moda y la costura. Siendo un niño, aprendió a coser siguiendo su antecedente familiar siendo ese origen costurero algo clave en el desarrollo de toda su trayectoria profesional. Con ese talento privilegiado, a la edad de 22 años Emanuel se marchó a París para ser el aprendiz del maestro Cristóbal Balenciaga. Con él aprendió el rigor, la perfección y la búsqueda del ideal de belleza tal y como el maestro Balenciaga imponía.
En 1967, Emanuel abrió su primer taller en la avenida Montaigne en París. Desde entonces, su tienda principal aun sigue en la misma ubicación ocupando el edificio conocido como “Haussmanian Building”. Emanuel Ungaro ha adquirido fama mundialmente reconocida debido a su sentido del color y a la mezcla de texturas, la pureza de líneas y cierta insolencia en los detalles en cada colección. Bajo una nueva dirección, la marca está presente a día de hoy en todos los mercados internacionales tanto en Europa (cuna de la marca) como Estados Unidos y Japón. Con dicha presencia multinacional, Emanuel Ungaro ha desarrollado con fuerza su línea de accesorios, de forma que ésta se ha convertido en un elemento clave a nivel de estrategia de negocio de la marca. En este sentido, esta colección se caracteriza por las formas privilegiadas y por su orientación al detalle, estando destinada a un hombre activo y moderno pero a la vez unido a la tradición de la historia del lujo que la marca representa.